lunes, 1 de junio de 2015

Primer encuentro...

Hay historias que tienen un gran principio, el tiempo hace que se olviden detalles que son tan importantes como que llegaron a cortar la respiración, provocaron mariposas en el estómago o, incluso, aparecieron lágrimas tímidas asomando por tus ojos...

¿Cuál es el motivo por el que no se escriben esas historias? No son suposiciones, son verdades, sentimientos reales, grandes y unidos entre sí para conseguir algo maravilloso llamado amor, con el tiempo, sí, pero... ¡¿y lo preciosos que son los sentimientos antes del amor?! Siempre pasan a un segundo plano y son más importantes que el amor en sí, sin ellos éste jamás existirá.

El primer día se consiguen conexiones perfectas, miradas ocultas o que ocultan el verdadero sentimiento. Esa atracción contenida, ese respeto para no invadir el espacio del otro sin conocer su consentimiento, solo son atravesados por las miradas, que una tras otra empiezan a unirse y a crear un vínculo y una conexión que no se podrá romper...

Esa conexión es tan pura, no ha hecho falta tocarse para sentir, para acercarse... Y su primera reacción es una sonrisa, es la exteriorización de esa conexión, de esa mirada que revolvió algo dentro de ti. Pasa el tiempo con una velocidad de vértigo, se enlazan conversaciones sin necesidad de crear silencios incómodos, conversaciones que hacen que los vínculos empiecen a estrecharse y a crear ese "algo" que nadie sabe cómo definir. Ese precioso "algo" que todos ansían sentir. 

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